Médium: Prof. Jorge R. Olguín
Maestro Jesús: Me he comunicado especialmente para intentar corregir
algunas versiones sobre mi encarnación en
Galilea. Visualizo siglos atrás a mi amado discípulo Juan Zebedeo,
cuyo nombre espiritual es Johnakan Ur-el, que ahora está encarnado en este receptáculo.
Lo veo en Patmos, isla de Grecia, guardando manuscritos
de la comunidad
esenia. Son manuscritos que nunca fueron encontrados y traen
tanta información como los rollos del mar Muerto. Esos manuscritos son genuinos, revelan que estuve viviendo casi dos
años con los esenios. El que era mi primo nunca fue mi maestro,
como dicen algunos escritos de esta época. Simplemente fue
mi precursor, aunque no estábamos de acuerdo en algunas cosas, pues
él tenía la costumbre de aislarse y yo le comentaba que la
verdadera vocación de servicio cuando uno está encarnado no es aislarse, sino
brindarse.
Me dolía ver la necedad y la obstinación
de dos de los "maestros de justicia", el que desencarnó al poco tiempo que llegué a
la comunidad y el que lo siguió.
Daban más importancia a la penitencia que al Servicio.
Les decía: - "Esa no es la manera de servir al Padre" - Y me respondían
- "Déjanos seguir con nuestro camino, porque muy
pronto llegará el fin de este mundo".
Les replicaba: - “No, estáis equivocados, aún no es el momento”.
Porque cuando se decía: “No pasará de esta generación”,
se pensaba que se hablaba de un término de 70 años
y no era así. Se aludía a la generación zodiacal, que es de aproximadamente
2.160 años.
Actualmente, el paso a una Nueva Era
tiene que traer cambios que van a afectar a todos los seres encarnados en este planeta.
No estoy hablando de catástrofes planetarias, sino de cambios
de conciencia. Desconfiad de aquellos que les den mensajes alarmantes.
Los seres humanos necesitan palabras de aliento, para incentivarse en el amor.
Lamentablemente, el ser humano vive condicionado por
la sociedad en la que vive. La gente busca salir de distintos apuros, pero no busca
la Luz. Y aquellos que van a lugares espirituales,
lo hacen para su propio beneficio, para obtener ayuda y
no para Elevarse. Buscan calmar sus necesidades y no se fijan en el prójimo.
Interlocutor: Lo que sucede, Maestro, es que hay mucho dolor en este mundo...
Maestro Jesús: El dolor es siempre aprendizaje... sabemos que hay discusiones a nivel familiar que traen sufrimiento, pero las peleas se producen por el Ego que tienen las partes. También hay conflictos a nivel laboral, en las comunidades políticas y en los grupos religiosos. Y tendría que ser al revés. Tendría que haber apoyo, altruismo y una gran vocación de Servicio.
Interlocutor: ¿La religión puede ayudar a la Salvación espiritual?
Maestro Jesús: Todas las sendas que conducen al Padre son caminos de Salvación, pero lo importante es la Iluminación y no la doctrina. Quiero darles un mensaje de quien fuera mi madre cuando yo estaba encarnado en Galilea. María dijo: "Hay muchas falencias en las enseñanzas espirituales que se brindan, porque crean el temor en aquellos que buscan el camino del Señor". Y yo agrego: - Hoy siguen cometiendo exactamente los mismos errores. Están errando el Camino de la Fe, dando mensajes equivocados. Han cortados palabras mías de ese libro tan hermoso que es la Biblia.
Interlocutor: ¿Por no entenderlo?
Maestro Jesús: No. Han cercenado palabras donde hablaba sobre
la reencarnación. Las interpretaciones
correctas fueron suprimidas durante un concilio ecuménico celebrado en
el 553, llamado Concilio de Constantinopla. Yo
había enseñado que cada ser humano es responsable de su destino, pero en
ese año se votó la supresión de esas enseñanzas, con
el propósito de consolidar el control de la Iglesia, que deseaba ser la única
autoridad en el tema concerniente al destino del hombre. El entonces concordato Iglesia-Estado, asustados éstos
al ver que una doctrina que hace a los individuos responsables
de su propia salvación espiritual pueda enfrentarse
a su autoridad, acuñaron semejante prohibición. De cierto os digo que, a aquellos
que decían representarme, no les
convenía que el pueblo supiera que no precisaba dogmas ni rituales para alcanzar el Reino de mi Padre.
A esos dirigentes no les interesaba que la gente supiera del karma y de la ley de causa y efecto. Sacaron
las palabras de la Biblia donde hablaba de la reencarnación y de que la conducta equivocada
podía generar cada vez responsabilidades más
grandes en el espíritu encarnado. Cortaron los párrafos donde explicaba que, para llegar
al Padre, solo bastaba con un comportamiento altruista.
Nadie tenía entonces necesidad de un Salvador que
los condujese como un rebaño.
Obviamente, la cúpula religiosa del siglo VI necesitaba el
azote de la resurrección de los muertos para forzar la dependencia de las masas.
Esa doctrina fue reforzada con promesas de gloria eterna
a los que se sometiesen y fuego eterno en
un infierno a aquellos que se rebelasen.
Se manipuló el sentimiento de culpabilidad y se domesticó la conciencia, induciendo a delegar el poder personal a la propia curia,
que se había unido con el emperador
Justiniano y, entre ellos, tejieron la más grande conspiración contra el camino espiritual,
decretando una supuesta resurrección de
la carne y una posterior ascensión a los cielos.
¡Como si se pudiera ir al mundo
espiritual con un cuerpo físico! La verdadera resurrección es la resurrección
a la Luz. Eso es lo que no entienden. Mi Padre, que es el Supremo Hacedor, tiene planes para este planeta.
La Tierra es un planeta elegido. La equivocación de muchos
centros espirituales es pensar que este planeta es un planeta de castigo,
un planeta del error. En este planeta venimos a aprender. Porque
yo mismo he pasado pruebas, estando cuarenta días aislado
en el desierto, comiendo raíces... He recibido tentaciones de la carne, he recibido
tentaciones terribles de mi ego. Hubo entidades oscuras que me tentaron.
Tentaron a mi propio egoísmo que taladraba mi mente.
Era mi propio egoísmo que me decía: - “Tienes el poder del Padre... ¿Por
qué no lo usas?; si tú puedes someter... ¿por qué no sometes?”.
No tengo ningún reparo en decirlo, porque el Padre lo sabe.
He sido
tentado muchas veces. La última fue cuando estaba en el
Huerto de Getsemaní, donde le dije al Padre:
“Hágase tu Voluntad
y no la mía”. Y logré salir airoso de la postrer prueba.
Interlocutor: ¿Cómo se comunica el Padre con ustedes?
Maestro Jesús: El Padre no se comunica con palabras.
El Padre se comunica con ideas, buscando “despertar” la conciencia
de cada uno de sus hijos, tanto en el
plano físico como en los distintos planos espirituales. Sepan que cada vibración
en su nivel no puede comunicar con las vibraciones más sutiles.
Así como ustedes, en el primer nivel, tienen que usar
receptáculos para comunicarse con entidades de niveles de vibración
más alta los del segundo nivel no pueden comunicarse con los del tercero, ni los del tercero con el cuarto, y así
sucesivamente. No quiero dejar pasar por alto un tema muy
importante. Es necesario que sepan que hubo otras comunidades cristianas en
los siglos I, II y III que fueron combatidas
y luego exterminadas, independientes de los gnósticos. Hubo otras comunidades que estaban muy elevadas
y siguieron avanzando como comunidades secretas.
Quizás haya personas que no estén de acuerdo
con algún camino espiritual. De cierto os digo, que todos los caminos
que llevan al Padre son buenos pero, en algunos
casos,
la falla está en los Maestros que enseñan dicho sendero, pues no les importa
alabar al Padre, sino ser alabados ellos. Siempre el que triunfa para mal es
el ego, el querer sobresalir. Hago hincapié en esto porque
es importante la humildad. Con humildad nunca puede haber ira. Con humildad nunca puede haber
pérdida de control. La ira, la pérdida de control en el ser humano retrasa en un segundo lo que se puede escalar durante un año.
Es necesario que lo entendáis. Todos los seres encarnados podemos ser doblegados por distintas emociones. Recordad cuando yo perdí el control
frente a los viles comerciantes del Templo. El vencer las tentaciones es parte de la enseñanza.
El sufrimiento también puede ser aprendizaje. Pero no todos ponen aplicación
en ese aprendizaje. A veces, un mal entendido apego hace
que el ser humano se comporte como un necio y sé que no es posible cambiar a quien no quiere hacerlo. El ser humano
tiene que darse cuenta que solo dando se recibe. Debe tomar conciencia
del sentimiento de felicidad y de gozo que significa vivir para dar. Esa es la bienaventuranza.
Me retiro, dejando con ustedes todo mi Amor.
Interlocutor: Hasta luego, Maestro, y gracias.
Mensajes_2ª
parte