Mujer

    

         Poesías

 

 "La agonía y el éxtasis"

       de Jorge Raúl Olguín

 

 Hay una frase que dice que muchos se
 preparan para encontrar el amor como quien
 se prepara para abrigarse de la lluvia a la
 salida de un concierto antes de que el agua le
 cale los huesos... cuando en realidad el amor es
 como un rayo que cae de repente y te parte
 los huesos, dejándote estaqueado en la mitad
 de la acera.

 Ese amor es un cambio en la percepción de
 quien lo siente. Ve todo de distinto color,
 percibe vivamente las cosas que antes le
 parecían poco importantes, se encuentra en
 un estado alterado y, a la vez, no termina de
 asumir ese estado.

 Pero no todo es tan sencillo. Yo, que siento ese
 amor, puedo dar mi testimonio. 
 Y te lo daré directamente a tí:

 

 Estar contigo es un éxtasis creciente
 y tu distancia me causa la agonía.
 Gozo tu rostro, tu boca, así sonriente.
 Sufro al saber que tu ausencia opaca el día.

 Es agonía de amor quererte tanto,
 es también éxtasis que eleva mis sentidos.
 Puedo pasar de la alegría al llanto,
 estoy sensible por todo lo vivido.

 Ya tu mirada me da la recompensa
 y justifica con ello el sufrimiento
 de que te alejes y dejes mi alma tensa,
 de que te olvides que atrás hay un lamento.

 Siento un vacío que me perfora el cuerpo
 cuando no estás ya cerca, aquí, a mi lado.
 Y tengo miedo que pongas así un cerco
 y no permitas que tenga lo anhelado.

 Después te acercas cortando la distancia
 y ya tu risa deshace mis temores.
 Así te abrazo y calmo ya mis ansias,
 vuelvo a pensar, así, en tus amores.

 Es agonía y éxtasis, es duda,
 es gozo, dicha, también martirio y pena.
 Es comenzar con una frase muda,
 pues las palabras también son ya condena.

 Cuanto más amo, mayor siento yo el miedo
 de que mañana me cortes tu presencia
 y así me dejes, pues por amor yo cedo
 y calle entonces sin retener tu esencia.

 Estás conmigo y te noto reticente,
 aun tus besos los brindas con cuidado.
 Yo, en cambio, vibro con impulsos vehementes
 y quiero todo de tí, lo no brindado.

 Tu abrazo tierno al cielo me transporta,
 pero a su vez me causa más desvelos.
 pues yo no sé si eso a tí te importa
 o solo sientes quizás un pequeño anhelo.

 ¿Y si coherente solo vivo el momento,
 sin preocuparme del día de mañana?
 ¿Mi corazón dará el consentimiento,
 tu corazón sabrá así que alguien te ama?

  

  

              Ir a Comienzo