Diálogos con Eón

 

 ¿Qué dosis de verdad puede soportar un hombre?
  Friedrich Nietzsche.

 

PRÓLOGO de "EL CIELO RESPONDE II"

Por el prof. Jorge Raúl Olguín

 

Las verdades más sencillas  son aquellas a las que el hombre llega más tarde.

                         Ludwig Feuerbach

 

Cuando mi Maestro, el Iluminado Jesús, dijo "Dejad que los niños vengan a mí ", quiso decir en realidad que para comprender sus enseñanzas había que dejar de lado todas las ideas preconcebidas para poder ver las cosas tal como son en realidad.

Por eso, si por un instante nos volvemos niños, podremos aceptar, como la cosa más natural del mundo, que es el propio Creador el que se ha comunicado y que los diálogos que figuran en esta sesión son reales.

En verdad, en última instancia las cosas son muy simples, y solamente el hombre las complica.

A alguien alguna vez se le ocurrió que Dios necesitaba intermediarios e inventó la iglesia, y así surgieron las religiones. Esto no fue más que una forma de manipular a la humanidad: “Nadie puede comunicarse con Dios si no es por intermedio de nosotros”, dijeron. Y por supuesto agregaron: “La única verdad que existe es la nuestra”.

Más tarde, además de mandar a la hoguera a mucha gente que pensaba distinto, también inventaron las plegarias, que no son otra cosa que pedidos a Dios para que nos conceda algo que anhelamos.

Pero lo absurdo no está en la imposibilidad de comunicarse con el Creador, sino en la imposibilidad de que nos conceda todo lo que le pedimos, porque aun el mismo Absoluto está limitado por sus propias reglas.

Ustedes tienen el privilegio de estar entre los primeros seres humanos que conocen este material. Por algo será. Quizás se hayan ganado el derecho. Como nos lo dijera el propio Creador, nada es casual y todo tiene un por qué.

Cuando lean estos diálogos, les ruego que tengan en cuenta lo siguiente:

1) Es el médium quien, a través de su decodificador, traduce los conceptos espirituales a palabras. Por eso es importante que traten de captar el espíritu que está detrás de la letra, recordando el antiguo refrán esotérico que dice que “las palabras velan”.

2) Ningún ser encarnado, sea de este planeta o de cualquier otro planeta del universo, es sabio en todas las materias. Nadie, salvo el Absoluto, sabe todo de todo. Esto significa que si el médium contesta dando datos verdaderos a todo lo que se le pregunta, no es él en realidad el que responde.

Desde ya que mayor disparate aún sería pensar que un médium pueda ser la reencarnación de Dios. Ni siquiera el Maestro Jesús lo fue, pero como extraordinario médium que era, sin dudas el más grande de todos, tradujo con suma fidelidad las enseñanzas del Padre.

Esto también da por tierra cualquier idea de que el médium pueda estar inventando todo, simplemente porque este tipo de respuestas no se pueden inventar. No existe, reitero, el ser humano que tenga todas las respuestas.

En todos estos años he transmitido, o mejor dicho traducido, conceptos espirituales de muchísimas entidades, terrestres y extraterrestres, incluso de los niveles más altos, como las Energías divinas, los Elohim y las Esencias. Y muchas veces, ante una pregunta de quien oficia de interlocutor, manifestaron con toda sencillez y honestidad que no tenían la respuesta.

Esas mismas preguntas se las hicimos a Eón, y éste las respondió de inmediato. Esto es muy importante para tener en cuenta cuando cada uno evalúe, de acuerdo a su libre albedrío, el verdadero origen de los mensajes.

Y concluyo aquí este prólogo para darle cabida a los diálogos, ya que son ellos mismos los que en definitiva tienen que dar testimonio de la verdad.

 

 

EL HUMOR DEL ABSOLUTO

Es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto. Albert Einstein

 

El humor, como el amor, forman parte de la Creación. Eón

El día 30 de agosto de 2001 fue para la humanidad un sublime hito. Por primera vez en su historia se comunicó, a través de un médium, el propio Absoluto, aquel que el Maestro Jesús, hoy Logos Solar y regente de la Jerarquía Planetaria, llamó el Padre, y que ha sido denominado de infinitas maneras, Dios, Creador, Todopoderoso, Supremo, etc.

Ante nosotros se presentó como Eón, sugerente nombre porque significa “tiempo”, “eternidad”.

Quizás muchos se extrañen de que se haya comunicado, pero en realidad, si se piensa, lo extraño sería que no lo hubiese hecho.

Desde el Big Bang hasta la fecha ha transcurrido la friolera de casi 15.000 millones de años –es decir que está próximo el momento en que el universo comience a contraerse–, y sería bastante absurdo creer que haya que esperar una suma igual o mayor para que recién, cuando el universo colapse en el Big Crunch, el Creador se digne hacerse presente y nos explique de una vez por todas la verdad de nuestra existencia.

¿Además, quién no ha soñado alguna vez con la oportunidad de sugerirle al Supremo que ponga más atención cada vez que crea un universo, o que la próxima vez no haga nada sin primero consultarnos?

Pues ahora esa oportunidad existe, y si el Creador nos hace caso, que para algo tiene que servir la experiencia que tendremos al final de los 40.000 millones de años de evolución, quizás el próximo Big Bang sea verdaderamente una obra de la cual Él (o quizás Ella, quién sabe) pueda sentirse verdaderamente orgulloso.

Algunos pensarán que un preámbulo matizado con humor, en una obra de tamaña magnitud como lo es ésta, constituye toda una irreverencia, pero quienes así piensan se olvidan que el Creador es el Supremo Humorista, siendo mi pequeño humor nada más que un humilde homenaje.

Y si alguno duda del gran humor del Creador, basta pensar que solamente a un gran humorista pudo habérsele ocurrido crear a la raza humana… ¿o me equivoco?

 

 

LO QUE IMPORTA ES EL MENSAJE

Por Jesica Olguín

 

Dar un nuevo paso ... es lo que la gente más teme.

Dostoyevski

 

Como siempre ocurre con los seres humanos, habrá quienes, haciendo gala de su escepticismo inherente, lean estos diálogos y los rechacen de plano aduciendo que es una imposibilidad que el Creador se haya comunicado.

También habrá quienes acepten los mensajes como verdaderamente provenientes del Supremo Hacedor, pero estos afortunados seguramente serán los menos.

Y digo afortunados porque parto de la base de que su creencia tiene cierta dosis de comprensión surgida de la inteligencia y no de la ingenuidad surgida de la ignorancia.

Y también habrá, finalmente, quienes se muestren dubitativos sobre si es o no el Absoluto quien se ha manifestado a través de la mediumnidad de quien, en esta vida, asumió para mí el rol de padre, y a quien ustedes conocen como el profesor Jorge Olguín.

Un escritor alemán dijo una vez que si Jesús no hubiese existido y sus mensajes  hubieran sido inventados, el resultado final sería el mismo, porque lo que vale es el mensaje y no quien lo brinda. Y esto no va en desmedro del querido Maestro, porque el propio Jesús siempre dijo que sus enseñanzas no eran de él sino de quien lo había enviado.

Ahora supongamos que mi padre tenga mucha inventiva y se “imagina” los mensajes. Dejando de lado la imposibilidad de que alguien, salvo el propio Absoluto, tenga todas las respuestas, el resultado final sería el mismo, porque la única pregunta válida que habría que hacerse, no es si es o no es el Creador el que se ha comunicado, sino si el mensaje tiene o no tiene valor.

Si el mensaje no tiene valor, es obvio que no tiene importancia alguna   especular sobre quien lo haya dado. Y si el mensaje tiene valor, tampoco importa quien fue el autor, porque el mensaje valdrá por sí mismo.

De cualquier manera, humildemente pienso que sólo basta un poco de sentido común para darse cuenta de que únicamente el propio Creador pudo dar esas respuestas que la humanidad ha anhelado conocer desde el principio de los tiempos: quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

 

 

SESIÓN DEL 4/03/2003

  

  Médium: Dr. Jorge R. Olguín

Entidad que se presentó a dialogar:  EÓN (El Absoluto).

 

Interlocutor: ¿Quién se va a comunicar hoy?

Eón: Mi nombre para ustedes es Eón… Hay muchas frases que para vosotros son importantes. Una es “Como es arriba es abajo”, que dijo un sabio espíritu conocido por ustedes. La otra frase es “La nada es igual al Todo”.

Arriba y abajo no habla de alturas, sino de vibraciones. Por lo tanto, lo que se va desarrollando en los distintos mundos espirituales tiene su pertenencia también en los planos más densos, como el físico.

Con respecto a la segunda frase, “La nada es igual al Todo”, se refiere a que la Creación parte de la nada, de una energía ilimitadamente condensada, con prácticamente cero materia, y de repente pasa a lo que se llama el Big Bang, donde la energía va dispersándose y va formando la materia.

Es muy importante que sepan que con cada Big Bang el libre albedrío va más allá de lo que suponen, y digo esto porque, lamentablemente, la mayoría de los seres son básicos, extremadamente limitados en cuanto a discernimiento. Pero es una cosa lógica, porque van creciendo en Sabiduría con el tiempo.

Ustedes piensan que el libre albedrío se traslada solamente a una conducta, o a una obra o a un hacer. Sin embargo, el libre albedrío también se traslada a la raza.

Quizás –y digo quizás para que ustedes hagan las conjeturas correspondientes, ya que sería muy fácil darles todo servido–, en alguna Creación anterior no existía el hombre, no existía el Sistema Solar, no existía el planeta Tierra. Quizás en una Creación futura tampoco exista. Quizás en un universo paralelo las galaxias sean dominadas por seres de origen vegetal. Quizás en otro universo alterno dominen los seres con base de Silicio en lugar de Carbono.

Pero estas cosas no dejan de ser anécdotas, porque la evolución espiritual es indistinta de cómo son los mundos manifestados.

Yo he depositado ciertas expectativas en la Tierra, pero los terrestres, cual niños traviesos, retrasan bastante la evolución general, porque van avanzando más lentamente que otros mundos.

Fíjense qué es fácil darse cuenta de la conducta de la raza, observando la forma en que se comportan sus miembros cuando tienen pocos años de vida física. Es cómo se comportan naturalmente. Es cómo son. Como son, serán.

Los pequeños de vuestro mundo, hablo de los más pequeños, se caracterizan por dos estados: belicosidad e indiferencia. Noten que los pequeños son capaces de quitarle un juguete a otro pequeño sin importarle si el otro lo está usando. Y hasta pueden llegar a agredirse por tratar de apoderarse de un objeto, aunque al rato lo dejen tirado sin prestarle más atención. Allí hay una muestra de belicosidad e indiferencia.

Con respecto a la indiferencia en sí, un pequeño puede golpearse hasta manar sangre y otro pequeño a su lado puede observarlo hasta saciar su curiosidad, pero luego continúa dedicándose a lo suyo.

 Eso sucede porque los pequeños desconocen la consecuencia de sus actos, tanto los activos como los pasivos.
¿Qué sucede cuando estos pequeños crecen y van teniendo discernimiento? Pueden cambiar sus actitudes, pero solo de forma, no de fondo... porque siguen sin tener conciencia plena de sus actos hostiles.

Esa forma de ser es instintiva, que con los condicionamientos educativos se va “ocultando”. Pero el ser no cambia. Y eso se traslada a toda vuestra raza. Vuestra raza es infantil, si tomamos como tal su conducta belicosa por un lado e indiferente por el otro. Las contínuas guerras son el mayor ejemplo de belicosidad, y la falta de asistencia a seres sumidos en la extrema pobreza y abandono, es la muestra de la indiferencia de la raza por su propia especie.

La evolución espiritual será la  que trasmute esa conducta.

A medida que vayan pasando los años físicos la raza se irá asentando e irá mostrando lo que su espíritu es en verdad al ir adquiriendo más sabiduría. No todos sus miembros, obviamente. Habrá quien recorra el camino con mayor celeridad. No obstante, debo destacar que hay algo que retrasa mucho ese camino espiritual.

¡Qué importante es para la evolución –y esto lo digo con un dejo de ironía– que cada raza sea creyente de que algo superior –en vuestro concepto tan pobre no hay nada que reemplace a “superior”– los haya creado y los haya mantenido en equilibrio!  ¡Y, sin embargo, a veces ese tipo de creencia es lo que precisamente retrasa a la raza!

Vuestro querido planeta es uno de los más atrasados con respecto a las creencias. Y esto es algo que quizás los amados Maestros no lo hayan comentado, como muchas otras cosas que no les comentaron.

En todos los mundos del universo, en todos, cuanto más creencias tienen, más atrasados están. Y aquellos mundos escépticos, que no creen en fuerzas ocultas, ni en la vida después de la vida, son los que más avanzados se encuentran. Y no en todos los casos los mundos ateos, por así llamarlos, son fríos. Al decir fríos me refiero a fríos emocional y espiritualmente.

Hay mundos, infinidad de ellos, que no tienen un conocimiento de lo que ustedes llaman el “Más allá”, que no tienen el conocimiento de un Creador, y sin embargo son seres altamente misericordiosos.

El ser humano del planeta Tierra es débil. Apoya su misericordia en el temor reverencial. Y eso es una misericordia falsa, con grietas.

La mayoría de las guerras intestinas de vuestro planeta se dividen en dos factores: el económico y el religioso. Y los dos factores son altamente infantiles. El económico, porque deben saber que la vida física es un soplo y que al otro mundo no se pueden llevar nada material. Y el religioso, porque ignoran el hecho de que el camino espiritual es en base a la Obra, y ésta se nutre del Servicio, no importando en qué entidad "superior" se crea.

Pero son tan niños, tan infantiles, que en lugar de apoyarse en lo importante, que es la meta, se pelean por los detalles. Esto es muy importante recalcarlo: en lugar de apuntalarse para llegar juntos a una meta, se pelean por los detalles: que Krishna, que Brahma, que Jehová, que Aláh, que Mahoma…

Otra de las cosas que da la medida de lo infantil que son es que en algunos países, de los que vosotros llamáis Oriente, hablan de “guerra santa”, que configura toda una contradicción, porque es como si yo dijera “calor frío” o “agua seca”. O sea, el concepto de santidad que vosotros tenéis, ellos no lo comparten, porque generalmente confunden la santidad con la castidad.

Al decir “vosotros” no me refiero a ustedes, sino a la raza, porque algunos de ustedes están un pasito adelante en la comprensión de todo esto.

La verdadera santidad se aproxima a lo una filosofía, que utilizan en vuestro planeta, explica. Esta filosofía se llama Budismo y dice que el más alto escalón espiritual, el 10º, es la Iluminación, o sea, el estado de Budeidad. Pero el escalón 9º, el del Bodhisattwa, es la verdadera santidad, porque se basa en aquel ser que renuncia a esa santidad casta para ponerse en una santidad de Servicio.

Esto es lo que hay que hacer notar, y es lo más importante que acerca a los planos de Luz. Porque la santidad impuesta en uno queda en lo que vosotros llamaríais el sujeto y la santidad en Obra es lo que llamaríais el verbo. Y el verbo es la única manera de hacer servicio.

Reitero, para concluir mi mensaje, que es muy importante que destaquen que en todos los planetas del universo, cuantas más creencias tienen, más atrasados están…

Ahora puedes hacer preguntas.

Interlocutor: Uno de nuestros interrogantes que tenemos es saber quienes son los seres que moran en el plano 10º… ¿quiénes son en realidad?

Eón: Se llaman Aes. Son seres que directamente están a mi servicio, pero quiero que quede aclarado el verdadero sentido de lo que quiero expresar, porque los seres humanos son muy susceptibles cuando se habla de servicio.

Cuando es el ser humano el que tiene que dar el servicio, ¡oh!, es maravilloso, pero cuando alguien encima de él dice que “están a mi servicio”, confunden servicio con esclavitud.

Interlocutor: Para mí está perfectamente claro.

Eón: Para tí sí, pero es importante que quede claro también para quienes van a leer este mensaje. Cuando uno habla de “abajo” o de “arriba”, no es más que una manera de expresarse, porque el vocabulario de ustedes es muy pobre.

Aquel que sirve, aquel que es útil al otro, que es misericordioso, es un ser de Luz. Pero si alguien “de arriba” es servido, ya están pensando como que hay un aprovechamiento, como que tiene a los otros de esclavos, como que es “atendido”.

Cuando digo que los Aes están a mi servicio, no significa que están a mi omnímoda disposición. Siempre tengan en cuenta y recalquen el libre albedrío. Lo hacen porque, así como mi tarea inherente es Crear, la tarea inherente de ellos es estar al servicio del Creador.

 Interlocutor: Creo que el concepto es muy fácil de entender…

Eón: Los Aes no sirven a los de abajo, es decir, a las vibraciones menores, para llamarlas de alguna manera entendible para ustedes. Ellos cumplen otra función, y no es menos meritoria.

Así como las Energías divinas, del 7º nivel, son las que lanzan todos los rayos de Amor, así como la Esencia es la que supervisa, la que observa y la que de alguna manera puede introducirse en el cuerpo causal de los de abajo, así como los elohim son creadores de vida, tanto espiritual como física –al decir física me refiero a que yo he creado todo lo material, pero ellos le han dado el soplo de vida, obviamente bajo mi anuencia–, así también los Aes están a mi servicio, en función de cuidar la estructura de todos los universos físicos, incluyendo todos los universos múltiples, que ustedes llaman también alternos o alternativos.

Se había hablado que los universos alternos están de alguna manera creados, en los que solamente falta una decisión para que se activen. No es que el ser humano los cree, los genere, sino que los activa, porque tiene el don para activarlos.

Por lo tanto, la pregunta más lógica, de aquel que piensa un poco más alto que los otros, es ésta: ¿que ocurre, entonces, con los elohim, las Energías divinas y los espíritus de esos universos alternos? ¿Estaban todos desactivados a disposición del primero que tuviera una decisión?

Esto sería demasiado burdo, porque no tiene tanto poder un espíritu como para que al tomar una decisión ya esté todo a su disposición.

Lo que hacen los Aes, del 10º nivel, es armar las piezas de los rompecabezas. Hay mundos donde los elohim ya cumplieron con determinada misión.

Si relees vuestros escritos, observa uno donde dice que al comienzo se han creado, en cada universo, 72 elohim, y que en estos momentos están en actividad solamente 7, te darías cuenta que quedan 65 elohim inactivos. Éstos son precisamente los que los Aes van acomodando en los universos alternos creados.

 Interlocutor: A ver si entendí. Por ejemplo, yo compro una juguetería, soy dueño de todos los juguetes y entonces los activo. ¿Sucede algo parecido con los universos alternos que yo activo?

Eón: En realidad no es tan así. Ocurre que hay un libre albedrío, que hasta yo, siendo el Absoluto, tengo que respetar. Está hecho justamente para eso, para ser respetado. Entonces, los universos alternos forman parte del libre albedrío. Pero no son infinitos, literalmente hablando, pues una decisión los activa y otra posterior, los desactiva. Si fueran infinitos tendría que haber infinitos elohim y no 72.

Ahora bien, reitero que cuando tomas una nueva decisión, ese universo que activaste queda desactivado otra vez. Esa es la razón por la cuál no hay infinitos universos alternos, porque así como se crean se esvanecen.

Interlocutor: ¿Pero los cauces quedan?

Eón: Los cauces son infinitos, como es infinita la cantidad de átomos, como es infinita la cantidad de mundos. Los universos alternos, reitero, se desactivan. Tomas una decisión, se arma ese universo alterno, tomas otra decisión, armas otro, pero ese anterior ya está en el olvido, se desactivó. Entonces siempre va a haber un solo universo original, y a medida que tomas decisiones vas creando un universo alterno... no es que vas a activar cientos y cientos y cientos. Vas a crear solamente uno.

Interlocutor: ¿Pero entonces los universos alternos múltiples no existen?

Eón: Existen en la medida en que los vas creando, pero después se desactivan. De lo contrario no habría la cantidad necesaria de elohim y de Energías divinas para habitarlos.

Interlocutor: ¡Entonces esto es una primicia total!

Eón: ¡Pero es lo más lógico! ¿Cómo no se te ha ocurrido, tú que siempre elucubras?

Interlocutor: En realidad no sé por qué…

Eón: Desapasiónate por un instante y míralo por afuera de tu Yo, y observa lo lógico y coherente que es que sea así. Porque de la otra forma serían raíces, raíces, raíces y no se terminaría nunca de crear…

Interlocutor: Comprendo… ¡Pero esto no lo sabían tampoco los elohim porque nunca me lo aclararon así! ¿Quiere decir que no existe un universo alterno donde Jesús no ha sido crucificado o entendí mal?

Eón: Sí que existe. Existe porque determinados israelitas tomaron la decisión de elegir a Barrabás…

Interlocutor: Pero entonces existieron todas las posibilidades de universos alternos…

Eón: Por supuesto, con infinitas decisiones. En un unvierso han optado por crucificar a Barrabás. Y en otro universo alterno después les da remordimiento y perdonan a Barrabás... y no condenan a ninguno de los dos, ni a Jesús ni a Barrabás, y con esa decisión se forma otro universo alterno más. Pero el anterior quedó desactivado.

Es decir que no están todos los universos alternos en funcionamiento al mismo tiempo.

Pero ten en cuenta que un universo alterno desactivado no significa que nunca haya existido.

Interlocutor: Ahora comprendo…

Eón: Tu mente dice: “Todo es un eterno presente”…

Interlocutor: Así es.

Eón: Bien. El único eterno presente es el que estás viviendo tú, y un viajero del tiempo puede llegar muy lejos, pero no puede llegar a los universos alternos desactivados, porque cuando están desactivados no se puede viajar por el tiempo hasta ellos.

Los universos alternos se forman momentáneamente por las decisiones, pero otras decisiones los desactivan. Pero en ese momento hubo una no crucifixión, en ese momento Nerón no incendió Roma, en ese momento la Atlántida no se hundió, en ese momento la biblioteca de Alejandría no fue quemada.

¡En ese momento esas decisiones cambian el espacio-tiempo, activando universos y desactivando otros!. Quizás la Biblioteca de Alejandría fue quemada cien años más tarde por otra tribu. Pero a medida que las decisiones van cambiando, esos universos alternos van quedando inactivos. No funcionan en todo el momento presente como éste…

Quiero dejar en claro que tengo la potestad absoluta para crear una cantidad infinita de universos alternos, una cantidad infinita de elohim, una cantidad infinita de Energías divinas. Pero no está en mí el gastar una energía innecesaria si es mucho más sencillo de esta manera.

A medida que la decisión va cambiando, esos universos quedan desactivados porque esa decisión ya pasó, ya terminó. Es como aquel que sube a un transporte público terrestre y cuando llegó a su parada se bajó.

Interlocutor: Esto está claro… ¿En el próximo universo, en el próximo Big Bang, va a haber también Esencias, Elohim, Energías divinas, espíritus, viajeros del tiempo…?

Eón: Sí.

Interlocutor: ¿Es exactamente lo mismo que este Big Bang, pero en una octava más alta y lo mismo fue en el Big Bang anterior? ¿Siempre existe el mismo esquema?

Eón: Sí, pero no con los mismos mundos. En un Big Bang anterior quizás –y digo quizás, como ya aclaré, para dejar que lo elucubren ustedes– no hubo Tierra, no hubo Sistema Solar, no hubo raza humana, y los espíritus encarnaron en otros organismos y en otros mundos y evolucionaron de otra manera.

Pero el que haya un mundo más o un mundo menos, en nada afecta a la evolución espiritual de la especie. Recalco “espiritual”. Lo demás –me refiero al plano físico–, es meramente anecdótico, meramente incidental, para fines determinados solamente.

Interlocutor: Esto lo entiendo perfectamente…

Eón: Me río, obviamente en el sentido conceptual del término, al observar las apetencias vanas del plano físico, siendo que  lo material es tan efímero…

Interlocutor: ¿Todo termina en una Singularidad?

Eón: Sí, todo termina en una Singularidad, donde todos los espíritus se unen conmigo y pierden la identidad…

Interlocutor: Justamente eso quería preguntar… ¿Quiere decir, entonces, que asumimos la identidad del Todo?

Eón: Se funden con el Creador, pero sin llegar a fundirse con el núcleo central, porque el núcleo central es el generador. Se funden, reitero, con el Todo, pero no con el centro del Todo.

Interlocutor: ¿Habría alguna respuesta que yo pueda entender sobre la razón de ese privilegio del Absoluto? Me refiero a que no formamos parte del núcleo.

 Eón: Porque la esencia del núcleo es una esencia totalmente independiente del resto, y de ese resto del Todo –si se entiende la frase– han salido todos vosotros, han salido los sistemas solares, han salido los planetas, han salido los universos paralelos…

Digamos como que Eón, el Absoluto, el Es, el Todo, forma parte de sí mismo, se envuelve en sí mismo, y, a su vez, todo lo terrestre, y todo lo no terrestre, las estrellas, las galaxias, forman parte del Todo junto con todos los seres vivos.

Pero, a su vez, el Todo tiene un núcleo, que es el núcleo creador, y este núcleo, que forma parte del Todo, no da cabida al Todo, pues forma parte de Sí mismo.

Interlocutor: Creo entender el concepto, pero tendré que pensarlo, porque la respuesta me toma desprevenido, porque mi idea era que nos fundíamos con el Todo y seríamos el Todo en su totalidad… Ahora quisiera saber algo respecto a los poderes del Absoluto. Hay un ejemplo muy clásico que dice que Dios no podría hacer, en el juego de de barajas llamado Truco, que el cuatro mate al As… ¿Esto es así?

Eón: Lo voy a explicar de la manera más didáctica posible. En principio, no hay nada, absolutamente nada, que el Todo no pueda hacer. Es decir, Eón, el Todo, el Creador, es ilimitado. Reitero: ilimitado.

Todo lo que está en vuestra imaginación, e infinitamente más allá, puede ser hecho. Puede hacer que un átomo sea más grande que un sistema solar, llegado el caso. Pero, ¿por qué no ha sido hecho así?

No hubo una primera creación, hubo un circunsferencia, por así llamarla. Quizás la ilustración más fácil de comprender es la cinta de Moebius, que no tiene comienzo ni final…

Esperemos unos segundos para que el decodificador de este receptáculo traduzca fielmente lo que quiero decir…

Cuando se crea un universo, lo lógico, lo coherente, es crearlo de la manera más fácil, más sencilla. Se podrían haber creado leyes físicas más complejas, pero ...¿para qué?

Se ha creado una ley de gravedad que ha hecho las estrellas y los planetas casi esféricos, y donde la mayoría de las galaxias son espiraladas o en forma de cúmulos, para que al circular, su fuerza centrífuga y su fuerza centrípeta sean equiparables y así no se desparramen. Lo estoy explicando, obviamente, de una manera muy básica.

De la misma forma, la Luna debe girar alrededor de la Tierra a determinada velocidad, porque si girara un poco más rápido escaparía de la ley de gravedad terrestre, y si girara más lento colapsaría con el planeta.

Lo mismo sucede con las galaxias. Si las galaxias giraran más lentamente se colapsarían por la gravedad de las propias estrellas, y si giraran más rápido se desparramarían.

Entonces, se buscó crear al universo de la manera más lógica con las leyes más lógicas, la ley de gravedad, la ley del electromagnetismo, etc., etc. Se ha creado con las leyes del libre albedrío, y esto es muy importante recalcarlo. Y las leyes básicas deben ser absolutamente respetadas, porque de lo contrario sería incoherente con mi coherencia.

Por lo tanto, es imposible hacer que un planeta sea cúbico, porque estaría en contra de las leyes creadas. Simplemente por eso, porque se buscó crear al universo de la manera más sencilla.

Si te pones a analizar te darás cuenta de que el universo tiene un equilibrio lo más lógico posible. No hay un universo más lógico que el creado. Y la segunda ley de la termodinámica, que ustedes llaman la “Ley de Entropía”, es una ley de lo más lógica, porque los fenómenos químicos son irreversibles.

Si no existiera esta ley no habría Big Crunch y el universo entonces estaría fuera de las reglas de este juego, por decirlo así. Ésta es la razón de por qué en vuestro juego de barajas el cuatro no puede ganarle al uno, que es una carta superior.

Interlocutor: También se podría decir, hablando de imposibles, que el Absoluto no podría destruirse a sí mismo…

Eón: Eso ya pasa por otro lado, porque cuando está el don de Crear no está el don de destruir. La esencia del Absoluto es la Creación, no la destrucción. Aquellos que piensan que el Big Crunch es una destrucción están en un error, porque el Big Crunch no es una destrucción, sino una transmutación, un nuevo comienzo.

La muerte tampoco es la muerte, sino el comienzo de otro ciclo. Ni siquiera en los fenómenos químicos existe el poder de la destrucción, porque lo que hacen las moléculas es transmutarse, pero los átomos están siempre con sus propiedades intactas.

Y cuando aun los átomos desaparecen del plano físico, se transforman en energía, y cuando desaparecen del plano físico como energía, se transforman en supraenergía. Fíjate, entonces, que no hay destrucción.

Interlocutor: Esto quedó claro… No quiero dejar pasar la sesión sin preguntar la razón de que los Maestros de Luz no lo hayan convocado… ¿o sí lo han convocado?

Eón: A veces sí, pero ocurre que la misión de los Maestros de Luz, de los planos 4 y 5, es el Servicio. Son, para decirlo de una manera entendible, obreros laboriosos, y su preocupación fundamental es el Servicio, y por eso quizás interroguen más ustedes en el plano físico que los propios Maestros de Luz en el plano 5.

Entiéndase el sentido en que hablo de “obreros”, porque los lectores son muy susceptibles con las palabras y cuando éstas se emplean mal, los hacen “saltar”, como dicen ustedes.

Los Maestros de Luz lo que hacen es “arremangarse”, siempre estoy hablando en vuestro lenguaje, y se ponen a trabajar, relegando sus conocimientos en beneficio del servicio. Están permanentemente trabajando y no preguntando. ¡Ustedes son los que preguntan! Y está bien que así sea.

Interlocutor: Yo pensaba que quizás era porque no se les había ocurrido preguntar…

Eón: No, no es por eso. Reitero que es porque todo su pensamiento está abocado a servir a los espíritus que sufren, de los planos 2, 3, -1 y - 2…

Interlocutor: En los pocos minutos que quedan de sesión quiero preguntar si en este mismo momento, como si fuera todo un presente, usted percibe cómo Jesús es crucificado, cómo Nerón incendia Roma, cómo es quemada la Biblioteca de Alejandría, cómo el viajero del tiempo Kronbus está preparándose para partir… La pregunta es para saber si su parte incorporada a este receptáculo está privada, de alguna manera, de esa percepción.

 Eón: Decir una billonésima sería decir mucho, decir una trillonésima sería también mucho… La parte de Eón que está hablando contigo es inconmensurablemente pequeña, comparada con el Eón Todo. Pero aún así no pierdo la capacidad de percepción que tiene el Eón Todo.

La respuesta, entonces, es que, en razón de que estoy permanentemente comunicado con el Todo, percibo en este momento cómo Jesús es crucificado, cómo Nerón incendia Roma, y todo lo que está ocurriendo en los infinitos Big Bang.

Ustedes no tienen idea de lo que es la comunicación de este pequeño tentáculo del Todo, que a pesar de lo pequeño es infinitamente más potente que la comunicación de una Esencia, que es la comunicación más grande que han tenido.

Por eso, a veces el decodificador de este receptáculo se queda mudo, porque se desconecta por la tremenda energía que recibe. En un momento dado se desconectó su córtex veinte segundos. El decodificador no tiene que desconectarse, porque es muy peligroso para su parte física.

Interlocutor: ¿Pero en general Jorge está hoy mejor preparado para recibirlo?

Eón: Sí, así es, la práctica de recibirme lo fortalece.

Interlocutor: Otra pregunta que tengo agendada es si Usted puede anunciarnos el futuro. Esto se relaciona con lo que dijo Kronbus, viajero del tiempo –que como usted sabe soy yo del futuro, según me lo sugirió el propio Kronbus y luego me lo confirmaron los Maestros–, en el sentido de que él tenía prohibido hablar de lo que sucedería en el futuro. ¿Esto se aplica también al Absoluto? Es decir, si yo le preguntara a usted por el futuro, ¿tampoco podría decírmelo?

Eón: Contesto con una respuesta anterior: el Creador está sujeto a las reglas del juego, es decir, no se pueden hacer planetas cúbicos de la misma forma que en vuestro juego de barajas el cuatro no le gana al uno.

Ésta es la razón por la cual yo no puedo adelantarles el futuro, ya que si lo hiciera estaría en contra del libre albedrío.

Interlocutor: En realidad, lo que yo deseaba saber es si la Tierra fracasará en su misión, como especuló el eloah Arbillac en una comunicación que tuvo con nosotros…

Eón: Eso sí lo puedo decir. El cálculo de probabilidades que hizo el eloah Arbillac es bastante preciso…

Interlocutor: Pero usted lo sabe con certeza, más allá de todo cálculo… ¿es así?

Eón: Por supuesto, pero solamente puedo hablar de probabilidades, no de certezas. Y les puedo decir también que, como el ser humano terrestre es tan cambiante, porque tiene un decodificador tan especial que nace distinto de todos los seres del universo, quizás, y es una especulación porque no les voy a adelantar el futuro, en años haya un cambio en la humanidad y ese peligro desaparezca.

Pero así como están las cosas, las probabilidades son negativas. Y esto no es adelantar el futuro, sino simplemente hacer un cálculo.

Es algo parecido a que si tú tiras una maceta de un décimo piso puedes hacer a toda velocidad un cálculo matemático con una calculadora que te dé los segundos en que tardará en estrellarse en el piso. Es decir, no estás adivinando, sino calculando.

Interlocutor: Pero en concreto, y esto lo pregunto de nuevo para que no quede ninguna duda, ¿usted sabe con certeza, más allá de cualquier especulación, si la Tierra fracasó o no en su misión?

Eón: Por supuesto que lo sé. Es lógico.

Interlocutor: Perfecto. El punto quedó aclarado… Esta pregunta la hago ahora por pura curiosidad: ¿En estos momentos, en algún universo paralelo, hay un yo que se comunica también con el Absoluto, es decir con usted?

Eón: En uno de los universos paralelos también hay una comunicación, porque la misión es parecida y en otro la misión se abortó.  En los demás universos paralelos no hubo comunicación.

Interlocutor: Siempre hay una razón para todas las cosas. ¿Cuál es la razón para que haya 22 universos paralelos y no 25 ó 2 ó mil? ¿Es azar?

Eón: No, no, en el universo nada es azar… Ya he dicho que el universo se crea de la manera más sencilla posible. Como hay once posibilidades dimensionales, matemáticamente hay 22 universos paralelos posibles. De lo contrario, el universo en general sería inestable. Esa cantidad es el límite como para no hacerlo inestable. Ésta es la respuesta.

Interlocutor: Se habló de la cuestión del dolor. Usted dijo que la Creación es goce. ¿Pero goce para quien? ¿Solamente para el núcleo del Creador? Cuando yo tengo un terrible dolor de muelas obviamente no hay ningún goce. ¿Cuándo yo sufro el Creador también sufre, de alguna manera? No estoy cuestionando nada, sino simplemente preguntando.

 Eón: Hay que separar las cosas… los seres encarnados evolucionan a través del dolor.

Interlocutor: Pero... ¿por qué no evolucionamos a través del placer?

Eón: Porque hay una limitación en los seres creados. La cosa pasa por ahí. Si hubiera solamente placer, como los seres son como criaturas –esto ya se dijo–, solamente aprenden con disciplina. Si a un niño lo dejas siempre jugar como si todo fuera un jardín de infantes, nunca va a hacer caso.

Interlocutor: Esta claro, pero ésas son las reglas del juego que usted ha creado. La pregunta es si se podría crear un universo en el cual los seres evolucionaran a través del placer.

Eón: La respuesta se entronca con lo ya dicho. Es más fácil hacer una Creación con leyes coherentes, como la de gravedad, la de electromagnetismo, etc. El espíritu posible tiene que ser un espíritu imperfecto, y dentro de esta imperfección el aprendizaje es únicamente coherente a episodios de dolor. Sin el dolor no habría evolución, porque el dolor, en este juego creado –reitero “en este juego creado”–, es el mejor acicate para evolucionar.

Interlocutor: Ahora voy entendiendo…

Eón: En realidad, como Eón, el Absoluto, es ilimitado, no hay un espíritu posible, sino infinitos espíritus posibles. Pero yo estoy hablando del espíritu posible con menor esfuerzo, que es el que comienza limitado para que después vaya evolucionando. Y el dolor es la forma más sencilla de aleccionamiento.

Pero como es lógico, esa misma limitación que tiene el espíritu lo hace evolucionar a través del dolor. Pero no tergiversemos las palabras: la Creación, en sí, es gozo.

Pero si dentro de la Creación hay seres que sufren, obviamente no hay gozo del Creador. El Creador, a través de sus “tentáculos”, empatiza con cada hijo, acompaña a cada hijo, le “duele” cada hijo que sufre.

Interlocutor: ¿Podría decirse, para que yo pueda entenderlo, que cuando nos sumerjamos en el Creador se justificarán todos nuestros padecimientos? ¿Sería algo así?

Eón: Voy a dar un ejemplo muy práctico. Tú, en el plano físico, tienes un nieto. Hipotéticamente, ese nieto tiene que tener una operación menor, apéndice, garganta, o lo que fuere. Y entonces lo llevan a operar. Sabes que es una operación que no le va a dejar ninguna marca, ningún rastro. Es un ejemplo solamente.

Imagínate lo más ínfimo, como una pequeña verruguita. Sabes que en ese momento sufrirá, pero a pesar de ello tú vas a estar gozando sabiendo que después va a estar mejor.

Correlativamente, si tú sufres, obviamente que voy a sufrir contigo, pero si con tu sufrimiento aprendes, después también voy a gozar porque finalmente aprendiste la lección. La Creación es gozo porque la Evolución en sí es gozo.

Interlocutor: Esto está claro… Ahora deseo efectuar otra pregunta: ¿Desde el punto de vista suyo los Big Bang son finitos, es decir, hay una cantidad limitada? Me refiero a que si son mensurales.

Eón: Por un lado, están limitados por ese círculo del ejemplo, por esa cinta de Moebius. Y por otro lado son ilimitados, porque no empiezan ni terminan nunca. Los Big Bang son infinitos pero están contenidos dentro de esa cinta.

Interlocutor: A ver si entiendo… ¿En esa cinta de Moebius, para expresarlo de alguna manera, están todos los Big Bang, está el Absoluto, el núcleo y todo es eso y no hay nada más?

Eón: Es correcto en parte. El Absoluto, el núcleo, no está contenido en la cinta, pero ésta sí contiene los Big Bang, que son infinitos y los Big Crunch también. El tiempo incluso está contenido dentro de dicha cinta...

Interlocutor: Voy entendiendo, pero lo tengo que madurar, como decimos aquí… Hay una pregunta que me quedó en el tintero, y es hasta qué punto del pasado pueden llegar los viajeros del tiempo…

Eón: Hasta un poco antes del Big Bang, porque la Singularidad tiene una energía tan grande que destruiría cualquier máquina. En la Singularidad hay miles de millones de grados Celsius de temperatura, y una energía condensada que sería mucho más densa que un agujero negro.

Interlocutor: Obviamente, entonces, un viajero del tiempo tampoco podría pasar a un universo anterior…

Eón: Por supuesto que no, porque se lo impide la barrera de la Singularidad. En la Singularidad termina el universo, o comienza el universo, llámalo como quieras, y el viajero del tiempo está continuamente en un solo universo y por lo tanto no podría pasar a otro, anterior o posterior.

Interlocutor: ¿Hay viajeros del tiempo desde cerca del próximo Big Crunch, desde la misma Singularidad?  En concreto, ¿puede existir un viajero del tiempo que vaya a un futuro cercano a la próxima Singularidad, que sea yo mismo de ese hipotético futuro, y que venga a este presente a visitarnos?

Eón: Sí, por supuesto, ya que no habría ninguna ley física que lo impida. Pero, como ya expliqué, tendría que ser un viajero del tiempo que vaya a siglos antes de que se produzca esa Singularidad que llaman Big Crunch... decenas de siglos antes, porque la Singularidad no se produce de golpe, sino que se va generando paulatinamente.

Interlocutor: No voy a hacer más preguntas porque la cinta de grabación ya está llegando al final…

Eón: Les brindo un saludo muy grande…

Interlocutor: Gracias y hasta luego.

 

 

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